Después de casi tres años sin reunirse, los jefes de Estado y gobierno de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido volvieron a sentarse después del recibimiento que el anfitrión, el primer ministro británico Boris Johnson, dio a cada uno en una playa de Carbis Bay, en el suroeste de Inglaterra.
La cumbre del G7 comenzó este viernes 11 de junio de 2021 y ha puesto fin a grandes reuniones globales por causa del estallido de la pandemia de la COVID-19.
Los líderes de las naciones más ricas del mundo, deberán dar respuestas desde hoy y hasta el domingo a algunos de los problemas más importantes del planeta, desde la vacunación contra el COVID-19 hasta el cambio climático.
El británico Boris Johnson, al inaugurar la reunión y antes del inicio de los debates a puerta cerrada, afirmó que este encuentro ofrece una “enorme oportunidad” para impulsar la recuperación mundial tras el coronavirus, empezando por la distribución de mil millones de dosis de vacunas contra el Covid-19.
El Reino Unido, con casi 128 mil muertes por coronavirus, se enfrenta a un aumento de contagios debido a la variante Delta, el evento está sometido a restricciones que incluyen mascarillas y test regulares.
Se unirán a las siete grandes economías altos responsables europeos y cuatro países invitados: India, Corea del Sur, Australia y Sudáfrica.
Joe Biden, comentó que esta cumbre marca además el “regreso” de Estados Unidos al multilateralismo, tras los años de ausencia de Donald Trump.
Los líderes acordarán proporcionar “al menos mil millones de dosis” compartiéndolas o financiándolas y aumentar la capacidad de producción, con el objetivo de “acabar con la pandemia en 2022”.
Estados Unidos ya se ha comprometido a donar 500 millones de dosis de Pfizer/BioNTech y el Reino Unido 100 millones de vacunas excedentes, principalmente mediante el programa Covax.
Sin embargo no es insuficiente para oenegés como Oxfam, ya que se necesitan al menos 11 mil millones de dosis para erradicar una pandemia que ya ha matado a 3.7 millones de personas.
Los organismos internacionales en su opinión, el G7 debería aprobar la suspensión de las patentes para permitir la producción masiva, una propuesta apoyada por Francia y Estados Unidos pero a la que Alemania se opone firmemente.
Por otra parte la lucha contra el cambio climático será la otra prioridad de la cumbre. El británico Johnson, ambiciona llevar a cabo una “revolución industrial verde” para reducir a la mitad las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030 y quiere que el G7 se comprometa a proteger “al menos el 30%” de la tierra y los océanos para esa fecha.
El club de las siete grandes economías también debería promover la inversión en infraestructuras limpias en los países en desarrollo para estimular y descarbonizar sus economías.
El G7 se comprometieron en mayo a poner fin a las ayudas públicas a las centrales eléctricas de carbón este año, prometiendo “esfuerzos ambiciosos y acelerados” para reducir sus emisiones de CO2.