Tras descubrir que los antiguos internados que tenían a niños indígenas de Canadá, realmente eran campos de concentración de genocidio infantil, los líderes de las comunidades indígenas de ese país ya han incendiado 6 templos de la Iglesia Católica que en aquel tiempo era la responsable de evangelizar a los pequeños indígenas, con ayuda del gobierno y de la policía montada, eran arrancados de los brazos de sus padres.
Según una comisión de investigación, que terminó en el 2015, que en Canadá se había cometido un “genocidio cultural”, se estimó que más de 4.000 niños murieron y muchos de ellos fueron sometidos a malos tratos y abusos sexuales, miles de ellos fallecieron por los severos castigos a los que fueron sometidos los menores y después sus cuerpos eran enterrados en los mismos terrenos de esos internados católicos, varios grupos indígenas canadienses pidieron al papa Francisco que se pronuncie al respecto y pida disculpas por los abusos cometidos por la iglesia católica.
A raíz de estos acontecimientos que han salido a la luz pública, ya van 6 templos católicos que han encendido las comunidades indígenas de Canadá tras el descubrimiento de más de mil tumbas anónimas de niños indígenas que fueron reclutados y apartados de sus hogares a la fuerza en la década de los 90´s y fueron llevados a más de 139 internados católicos de todo el país.
Las comunidades indígenas han solicitado que se investiguen todas las escuelas antiguas residenciales, ya que durante muchos años miles de niños fueron apartados de sus familiares y eran internados para que aprendieran las tradiciones colonialistas de la comunidad europea y así, hacerles olvidar sus raíces, despojándolos de su cultura racial.
Estos graves descubrimientos, han desatado la furia de las comunidades indígenas de este país, pues reviven el trauma sufrido a sus familiares.
El primer ministro, Jasson Keney, al referirse al sexto templo incendiado expresó, “condeno lo que parece ser otro crimen de odio violento dirigido a la comunidad católica. La centenaria iglesia de Sanit-Jean Baptiste, era el corazón de Morinville y una parte clave de la historia y la vida espiritual de la comunidad francófona de Alberta”, dijo el ministro.
Los indígenas canadienses han decidido tumbar varias estatuas de las monarcas británicas, Victoria e Isabel II, gesto que ha sido aplaudido por los usuarios en las redes.