A mediados del siglo XVIII, cuando Escandón inicia el proceso colonizador de Nuevo Santander, calificado como la más grande tarea del virreinato en su centuria.
El colonizador santanderino, premiado con un título de Castilla por la pacificación previa de la Sierra Gorda localizada en plena Sierra Madre Oriental, planeó una cuidadosa colonización que le permitió fundar 20 poblaciones en dos campanas, dentro de un período de siete años, configurando con la realización del proyecto del contorno de Nuevo Santander e incorporando su territorio a la jurisdicción política de la Nueva España, en una magna labor de integración que después marcaría los límites de la penetración sajona, como se observa hoy en una visión histórica retrospectiva.
La organización política de la Colonia planteó su funcionamiento en municipalidades, sentándose las bases de la actual división territorial de Tamaulipas.
La Colonia duró 73 años, organizó como capitales a Santander, hoy Jiménez, San Carlos y Aguayo, hoy Ciudad Victoria, teniendo por gobernadores al propio José de Escandón, a su hijo Manuel Ignacio y diversos comandantes militares, entre ellos Francisco Ixart, Manuel de Iturbide y Joaquín de Arredondo.
Los vecinos que se habían establecido en las orillas del arroyo del San Marcos, manifestaron a Escandón de formar una villa en aquel lugar, y por disposiciones de este gobernante, se fundó el día martes 6 de octubre de 1750, la Villa de Santa María de Aguayo.
La Villa de Santa María de Aguayo, se le denominó así en honor a la esposa del Primer Conde de Revillagigedo, Don Juan Francisco de Güemes y Horcasitas, hoy Tamaulipas.
Villa ubicada en la zona central de la entidad, abierta al llano por el Oriente y rodeada al Poniente por la Sierra Madre Oriental, ubicación estratégica que la refresca con las brisas del norte y oriente del territorio, conocida ahora nacionalmente como “Victoria, Ciudad Limpia, Ciudad Amable”, lema de la autoría de Don Carlos Adrián Avilés Bortoluss.