La arqueóloga, María Teresa Cabrero García ha estudiado durante más de 40 años, a la Cultura Bolaños, una población prehispánica que aún es poco conocida.
María Teresa Cabrero García, académica del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, encontró bajo los suelos de Zacatecas y Jalisco restos de una cultura prehispánica poco conocida. Se trata de la Cultura Bolaños, una población mesoamericana que sobrevivió por más de mil años.
Durante más de 40 años, la arqueóloga de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha estudiado los vestigios que dejó la civilización Bolaños, cuyo surgimiento se dio tras un movimiento expansionista con fines comerciales, principalmente para conseguir una piedra verde muy valiosa entre los mesoamericanos.
Según la información hallada por Cabrero García y su equipo conformado por los investigadores Morrison Limón y Ricardo Jaramillo, la Cultura Bolaños habitó en el cañón del mismo nombre, y tiene sus orígenes en la cultura Guachimontones, población que llegó a establecerse en el cañón entre los años 25 y 35 de nuestra era.
Para conocer más sobre la Cultura Bolaños, la investigadora universitaria y sus colegas, que hoy trabajan en el INAH, han recorrido “de norte a sur la región del cañón de Bolaños cuyo ambiente natural es semiárido”, según la UNAM.
“La investigación empezó en el Valle de Valparaíso, en Zacatecas, donde nace el Río Bolaños -que en aquel entonces era ancho y navegable- hasta su desembocadura en el Río Grande de Santiago, Jalisco”, señaló.
En su travesía la universitaria pudo encontrar “una tumba de tiro única en el Occidente de México y en Mesoamérica, ubicada en el sitio El Aguacate, a 17.5 kilómetros de la cabecera municipal de Bolaños, Jalisco”. Este es un recinto mortuorio subterráneo, con dos cámaras unidas por un pasaje que permite ir de una a otra.
También encontró otras piezas como unas figurillas de “fumadores”, que no se encuentran en ninguna otra cultura de México. “En los mayas de Palenque, por ejemplo, hay representaciones de sacerdotes fumando, pero a través de un tubo largo donde ponían el tabaco. En contraste, los de Bolaños aparecen con el cigarro directo en la boca”.
Además, se encontraron “figurillas humanas (prácticamente todas femeninas) y de perros, vasijas, huesos, ollas con cenizas, conchas (de la especie Spondylus sp, provenientes del Océano Pacífico) y cuencos”; así como 10 sitios arqueológicos que servían para el intercambio de mercancías, según la especialista.
Sin embargo, en las investigaciones hay otros aspectos en los que Cabrero García continúa encontrando relación, como la conexión entre Bolaños y los grupos que se desarrollaron a su alrededor y en sitios muy alejados.
De la Cultura Bolaños todavía faltan cosas por descubrir, pues hasta el momento se desconoce cuál es el idioma que hablaban y su población total, pero se estima que llegaron a superar las 10 mil personas, pues los investigadores señalaron que “no es fácil calcular porque no quedan restos de las casas de la gente común, sino sólo de los centros ceremoniales”.
Sin embargo, en las investigaciones hay otros aspectos en los que Cabrero García continúa encontrando relación, como la conexión entre Bolaños y los grupos que se desarrollaron a su alrededor y en sitios muy alejados.
Actualmente, algunas de las piezas encontradas por la también ganadora del premio “Investigador Nacional”, otorgado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) a la mejor publicación de investigación, forman parte de la Sala de Occidente del Museo Nacional de Antropología, informó.
