Pese a haber estado rodeada de lujos desde temprana edad y haberse relacionado con narcotraficantes conocidos ―como Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán e Ismael ‘El Mayo’ Zambada― Sandra Ávila Beltrán, mejor conocida como ‘La Reina del Pacífico’, buscaba un camino distinto al de las drogas. Sin embargo, estudiar una carrera universitaria poco le serviría; su futuro estaba marcado.
Al igual que otros personajes del narcotráfico, para ‘La Reina del Pacífico’ la preparación académica era fundamental.
Concluyó satisfactoriamente su educación básica y media superior y, a sus 18 años de edad, como cualquier otra joven, tomó una de las decisiones más importantes de su vida: qué carrera estudiar.
Sin embargo, el destino de muchas personas involucradas en el tráfico de drogas y el lavado de dinero sería el mismo para Ávila Beltrán, pues nunca llegó a ejercer su profesión.
Aunque Ávila Beltrán nació en Tijuana, Baja California -el 16 de octubre de 1960-, pasó parte de su infancia y juventud en otros estados. Se sabe que, antes de ser detenida, vivió en Guadalajara, Jalisco, y Hermosillo, Sonora.
Fue precisamente en el primer estado donde decidió cursar su carrera universitaria. De acuerdo con la BBC y otros medios, ‘La Reina del Pacífico’ ingresó a la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG) en 1978 para estudiar Ciencias de la Comunicación, con el objetivo de convertirse en periodista.
Sin embargo, según dieron a conocer personas que aseguraron haber estudiado con ella, Ávila Beltrán nunca destacó académicamente. Por el contrario, la describieron como una estudiante callada, de pocos amigos y que siempre llegaba tarde a clases.
Además, se dice que en aquella época, ya gozaba de presumir ostentosas joyas y autos lujosos.
“A nosotros nos parecía sospechoso, tenía toda la imagen de ser pariente de narcos o novia de alguno porque era demasiada ostentación. A los 18 años y con tanta joya encima nadie se le acercaba”, declaró al medio ya citado un excompañero de la narcotraficante.
Sobre si logró terminar su carrera o no, no se sabe nada. Sin embargo, lo que está claro es que nunca logró poner en práctica sus aprendizajes, pues el mundo de las drogas la llamó.
En septiembre de 2007, la vida de Sandra Ávila Beltrán dio un giro inesperado.
El 28 de aquel mes, autoridades mexicanas detuvieron a la narcotraficante y a su entonces pareja sentimental, Juan Diego Espinosa Ramírez, alias “El Tigre”, cuando ambos se encontraban desayunando en un restaurante de la Ciudad de México.
“Estaba con unas personas y cuando salgo me percato de que hay una camioneta con gente, e inmediatamente pensé que era una persona que me citó. En ese momento supe que me había citado para que me detuvieran”, recordó durante una entrevista con José Luis Montenegro.
En aquel momento perdería su libertad, pues era acusada de manejar las finanzas del Cártel de Sinaloa y participar en una operación para traficar toneladas de cocaína a Estados Unidos.
Sin embargo, tras no poder probar los delitos, el Segundo Tribunal Unitario con sede en Jalisco decidió absolverla y ordenó su inmediata liberación siete años después de su aprehensión, por lo que obtuvo su libertad el 7 de febrero de 2015.
Posteriormente fue trasladada a E.U. dónde tan bien fue absuelta y dejada en libertad al no comprobarle nada, ya que su relación con los narcotraficantes más buscados eran parientes y amigos, más no estaba involucrada en el negocio de las drogas.
Con Información de Infobae
