El Jueves Santo es uno de los días más importantes de la Semana Santa, en el que se conmemora el día en que Jesús celebró la Última Cena con sus apóstoles y creó dos sacramentos para la salvación de la humanidad: la Eucaristía y el Orden Sacerdotal.
Por ello, el día de ayer el Papa Francisco presidió la celebración de la Santa Misa de la Cena del Señor en la Cárcel de Mujeres de Rebibbia, en Roma, en donde lavo los pies a 12 mujeres, como muestra de la misericordia de Dios y para motivar a la reflexión sobre el perdón.
Cerca de 200 personas participan en esta Eucaristía, mientras que las internas que participaron en el Lavatorio de Pies fueron de diversas nacionalidades: italiana, búlgara, nigeriana, ucraniana, rusa, peruana, así como venezolana, cuyas edades oscilan entre los 40 y 50 años.
La representante de este internado de mujeres agradeció al Papa Francisco por su presencia, “es un rayo de Luz y reaviva la esperanza”, al igual que a aquellas personas que trabajan de manera gratuita en el espacio.
Además, describió que en el lugar hay 360 personas, así como un menor de edad. Cabe señalar que es la primera vez que un pontífice visita esta cárcel para llevar un mensaje de paz a sus habitantes.
