Antes de saltar a la fama, Ignacio López López, como realmente se llamaba el actor, probó suerte como seminarista, como militar y como brasero, sin embargo, ninguna de estas ocupaciones era lo que le apasionaba, por lo que a finales de la década de 1940 decidió formarse como actor y fue durante esa época cuando conoció a Clara Aranda, de quien quedó profundamente enamorado y desde entonces supo que pasaría el resto de su vida junto a ella.
De acuerdo con las propias declaraciones de Ignacio López Tarso, conoció a su esposa debido a que ambos tenían un tío en común, sin embargo, entre ellos no había ningún lazo sanguíneo, no obstante, en alguna ocasión que visitó a su mencionado pariente, coincidió con Clara Aranda y debido a que quedó asombrado por su arrolladora belleza de inmediato se lanzó a su conquista y al poco tiempo comenzaron a vivir juntos y detalló que “se casaron sin casarse” pues aunque no se unieron ante la ley civil o religiosa, ambos hicieron un pacto de amor más que significativo que para ellos era lo único que valía.
Hasta donde se sabe, antes de comenzar su relación con Ignacio López Tarso, Clara Aranda ya tenía dos hijas de un matrimonio anterior, no obstante, el actor siempre las consideró como sus hijas y tiempo después la pareja procreó a Juan Ignacio Aranda, quien en cuanto creció siguió los pasos de su padre dentro de la industria del espectáculo, donde también es sumamente reconocido.
Ignacio López Tarso acostumbraba a hablar muy poco sobre su vida en pareja, en alguna ocasión refirió que Clara Aranda no podía evitar ponerse celosa al verlo actuar junto a las actrices más bellas de todo el cine mexicano, sin embargo, la mujer comprendía la situación y nunca le pidió que dejara su trabajo o algo por el estilo, pues el también refirió que a su esposa le gustaba mucho su forma de actuar, y lo impulsaba a seguir adelante en su carrera.
El matrimonio de Ignacio López Tarso duró medio siglo y solo la muerte separó a la pareja pues en el año 2000 Clara Aranda falleció debido a complicaciones de un enfisema pulmonar pues tenía una fuerte adicción al tabaco, la cual, compartió por muchos años con su esposo, pero él sí pudo dejar el tabaco antes de correr con la misma suerte que su esposa.
“Fuimos marido y mujer desde 1950 y ella murió en el año 2000, vivimos 50 años juntos, ella vio el inicio de mi carrera, vio como fui del TEA, vio como entré a Bellas Artes, todas mis obras en Bellas Artes, me vio progresas, estuvo conmigo toda la vida, toda mi carrera fue Clara conmigo, siempre”, señaló Ignacio López Tarso.