El pasado de México no deja de maravillarnos y cada vez son más los descubrimientos que salen a la luz, no solo en el territorio nacional, sino en diferentes partes del mundo y en esta ocasión fue en Frankfurt, Alemania donde se encontró una antigüedad prehispánica que maravilló a quienes la encontraron, una pieza que ya está de regreso en nuestro país.
Las autoridades de la Secretaría de Cultura federal fueron quienes iniciaron con las labores de recuperación de este vestigio arqueológico y hace unos cuantos días, la dependencia federal reveló, mediante un comunicado realizado a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) la recuperación de esta pieza por parte de la Cancillería a través del Consulado de México en aquel país.
Esta obra de arte prehispánica fue considerada por la dependencia federal como “parte del patrimonio cultural de nuestro país” y se reconocieron las labores de recuperación de este objeto que fue localizado en una tienda de antigüedades que se ubica en Alemania, desde donde regresó de manera voluntaria para formar parte del acervo histórico de México.
Los esfuerzos por traer este objeto al país son como resultado de un trabajo en conjunto entre ambas secretarías y las autoridades del INAH, ya que, gracias a la investigación y dictamen de los especialistas del instituto, así como los argumentos jurídicos presentados por la Representación en Alemania se logró la restitución voluntaria del bien, que ahora era propiedad del dueño de dicha tienda.
En el informe oficial de las autoridades se menciona que esta pieza que fue recuperada había sido elaborada en las tierras bajas del norte de Yucatán, durante una etapa que comprende los periodos Clásico Tardío y Posclásico Mesoamericano de entre los años 750 a 1244 después de Cristo, una estructura bastante similar a las que se encuentran en la zona arqueológica de Chichén Itzá.
Se trata de un relieve tallado en roca de estilo maya, el cual represente un cráneo de perfil, el cual formó parte de un muro de cráneos labrados de apariencia similar que evocan a Tzompantli, nombre dado a las palizadas o estructuras de madera en las que se colocaban hileras de cráneos humanos de guerreros o prisioneros que eran sacrificados en algunas ceremonias importantes como parte de los rituales religiosos de Mesoamérica.
Esta recuperación es importante para la nación, pues con estas piezas se pueden tener más detalles de las diferentes estructuras que formaban parte de las diferentes ciudades mayas y ahora está de vuelta en México bajo resguardo de las autoridades, quienes realizarán los trabajos necesarios para la conservación de este vestigio en su mejor estado.