El hielo marino que rodea a la Antártida promedió 13.5 millones de kilómetros cuadrados. Se trata de la extensión más baja observada para el invierno antártico desde que comenzó el registro satelital continuo a fines de 1978. La NASA compartió una imagen satelital para evidenciar este fenómeno.
El Observatorio de la Tierra de la NASA (NASA Earth Observatory) compartió un mapa con imágenes satelitales que muestra la extensión del hielo marino antártico con corte al lunes 7 de agosto de 2023.
La línea amarilla muestra la extensión media del hielo marino en julio de 1981 a 2010 y revela cómo se ha reducido en 2023.
El mapa muestra que la extensión del hielo era baja en casi todo el continente, pero particularmente en las siguientes regiones:
El noreste del mar de Weddell
El norte del mar de Ross
El este del mar de Bellingshausen
La extensión promedio del hielo marino en julio de 2023 fue de 1.5 millones de kilómetros cuadrados, más baja que la extensión récord anterior en el mismo mes del año pasado, según el Centro Nacional de Datos de Hielo y Nieve (NSIDC).
El hielo marino de la Antártida sigue una tendencia estacional a la baja y cada año se derriten unos 15 millones de kilómetros cuadrados de hielo, según la NASA. Asimismo, advirtió que “el crecimiento del hielo este invierno ha sido muy lento”.
En julio, la extensión de hielo marino cubrió unos 2 millones de kilómetros cuadrados, equivalente al tamaño de México. Ésto es menos que el promedio de 1981 a 2010.
La causa de este cambio aún no es clara para los científicos. Sin embargo, la extensión récord de 2023 es consecuencia de la progresiva tendencia a la baja desde 2014 cuando el hielo que rodeaba el continente aumentaba ligeramente a largo plazo. Desde entonces, ha tenido un fuerte descenso, con mínimos históricos en 2017, 2022 y 2023.
Algunos científicos especulan si el cambio repentino en el hielo marino antártico significa que está experimentando un cambio de régimen hacia una extensión de hielo generalmente más baja, según la NASA.
El calor del océano puede estar desempeñando un papel más importante en la limitación del crecimiento de hielo en otoño e invierno y en el aumento del derretimiento en primavera y verano, de acuerdo con los expertos.