El Tren Maya nos acercará a decenas de atractivos arqueológicos que tienen muchas historias que contarnos. Se espera que este nuevo medio de transporte esté listo para este diciembre.
Uno de los destinos que podremos conocer es una zona dentro de la selva chiapaneca cuyo nombre significa ‘Piedras verdes’, que guarda importantes tesoros artísticos.
Las distintas rutas del Tren Maya prometen brindar un acceso más sencillo a esta y muchas otras zonas arqueológicas, esto abre nuevas oportunidades para que los viajeros y turistas exploren la historia y la cultura que yacen en el corazón de México, por lo que estas zonas del sureste mexicano son destinos que se volverán imprescindibles para el turismo.
Yaxchilán es una impresionante zona arqueológica ubicada en la selva chiapaneca, se erige como una joya histórica y cultural en la ruta del Tren Maya, un proyecto que promete abrir las puertas hacia un viaje de descubrimiento por la riqueza ancestral de México.
Esta antigua ciudad maya, resplandece con su espléndida arquitectura y la conexión que brinda a los visitantes con el pasado prehispánico del país.
La arquitectura es el principal atractivo de esta zona. Uno de los líderes más destacados fue Escudo Jaguar II, cuyo gobierno se extendió a lo largo de seis décadas.
Durante su período de reinado, se produjeron numerosos edificios que modificaron radicalmente la vista de esta ciudad. Estas construcciones fueron meticulosamente ornamentadas con dinteles y estelas esculpidas, además de escaleras ricamente talladas con jeroglíficos.
Situada a orillas del río Usumacinta, Yaxchilán se alza como un testimonio imponente de la ingeniería maya, caracterizada por sus intrincados templos, estelas y esculturas que adornan los espacios arqueológicos.
La experiencia de explorar Yaxchilán es un viaje en el tiempo, permitiendo a los visitantes sumergirse en la esencia de una civilización que floreció en el corazón de la selva.
Yaxchilán se convierte así en una parada obligada para aquellos que buscan sumergirse en el legado de los mayas y descubrir el esplendor oculto en la selva chiapaneca.
El viaje a esta zona arqueológica se convierte en un recorrido transformador a través de la historia, el misticismo y la grandeza de una civilización milenaria.