El cáncer de próstata es uno de los padecimientos más comunes entre los mexicanos. Su incidencia, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, representa un 42.2 por ciento del total de cánceres detectados en hombres.
Aún más. Según el Instituto Nacional de Salud Pública, cada año se detectan por lo menos 200 mil casos nuevos, aunque su mortalidad es parecida a la detectada en otros países, como Estados Unidos. Por esta razón es importante hacer conciencia y realizar revisiones que permitan su detección temprana.
“Los hombres no requerimos síntomas para hacer un escrutinio de cáncer de próstata”. Más bien es de acuerdo a grupos de riesgo por edad, en México la norma oficial dice que los hombres arriba de 40 años tienen que hacer esta prueba.
“No requieres tener síntomas para revisarte de la próstata, más bien es una prevención, así como las mujeres se hacen su mastografía y para ello no es necesario que tengan molestias o alguna bolita en el pecho, los hombres tampoco requerimos molestias”, señala Christian Villeda, urólogo del Hospital MAC Periférico Sur.
Aunque el cáncer de próstata es el más común entre los hombres, las pruebas realizadas para su diagnóstico temprano rara vez se solicitan si no se presenta algún tipo de molestia física.
“Principalmente son síntomas obstructivos de la próstata, molestias para orinar, sensación de ir frecuentemente al baño, que te levantes más en la noche. Un dato muy importante es la sangre en la orina, porque es muy probable que se relacione a algún evento maligno de la próstata o de otro órgano del sistema urinario”.
“En México tenemos etapas avanzadas de cáncer, entonces, los pacientes cuya vejiga se tape y no puedan orinar, deben ir a una revisión. También aquellos que tengan dolor en huesos de manera súbita, aunque estos dos síntomas indican muy probablemente un cáncer avanzado”, detalla el experto.
De acuerdo con Villeda, alrededor del 60 por ciento de las personas diagnosticadas con este tipo de cáncer presentan metástasis, lo que redunda en tratamientos más costosos que, además, minan la calidad de vida de los pacientes.
La genética juega un papel clave en el padecimiento de muchos cánceres, y el de próstata no es la excepción. Un factor de riesgo importante es el hecho de que en la familia se hayan registrado casos anteriores de cáncer de próstata, matriz u ovarios.
Sin embargo, hay otros factores relacionados con el estilo de vida que podrían detonar la aparición de esta enfermedad. La obesidad, el tabaquismo y otros hábitos pueden favorecer el desarrollo del cáncer.
“El tabaco se relaciona con un aumento de riesgo de cáncer de próstata y hay que decir que la mariguana fumada es igual, cualquier sustancia carbonizada y fumada aumenta el riesgo de cáncer”.
“La obesidad también aumenta el riesgo de padecer cánceres más agresivos y, finalmente, es muy importante saber si los familiares directos, o sea, hermanos, papás o abuelos, padecieron cáncer de próstata”, argumenta Villeda.
A pesar de lo incómoda que podría parecer la prueba para detectar un crecimiento irregular de la próstata, realizar una revisión constante puede ayudar a un diagnóstico temprano y, por tanto, un tratamiento más efectivo.
“Hay nuevos métodos, pero en las guías médicas internacionales se recomienda hacer una revisión con una prueba de sangre, que se llama antígeno prostático específico total, y con una revisión de la próstata vía un tacto rectal, entonces un buen urólogo no debe de dejar de ofrecer al paciente un tacto rectal”.
“Es una prueba rápida, sencilla, sin el uso de ningún otro aparato costoso, ni invasivo, nos tardamos 20 segundos. Existen otras alternativas, por ejemplo, el ultrasonido de la próstata, pero solo sirve para saber si hay un tamaño grande o pequeño de la próstata”, concluye Villeda.
