Arqueólogos de Yucatán, anunciaron el descubrimiento de un campamento prehispánico donde los mayas aprovechaban especies de caracol para alimentarse y elaborar los primeros utensilios de cocina, como cucharas.
“En 2022, se realizó el rescate arqueológico de un sitio ubicado a tres kilómetros de la costa norte de Yucatán, específicamente en Telchac Pueblo, donde se halló gran cantidad de caracoles y fragmentos del molusco con huellas de percusión”, reveló a EFE Alicia Beatriz Quintal, investigadora del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Acompañada de los arqueólogos Mario Alberto Garrido y Cristian Alonso Hernández, la investigadora dijo que durante la inspección del tablaje catastral 3.089 de Telchac Pueblo encontraron 20 estructuras prehispánicas dispersas en 23 hectáreas donde los mayas cocían moluscos hervidos o asados. Además, encontraron 119 tiestos o pedazos de cerámica.
Quintal explicó que “los recursos marinos, en relación con otras actividades económicas de los habitantes prehispánicos como la agricultura y el comercio permitieron el desarrollo de la sociedad maya peninsular en su devenir histórico”.
En tanto, Garrido contó a EFE que es difícil llegar al campamento que los mayas usaban solo durante la época de sequía “porque está en medio de la nada y se ubica en la zona de dzekeles (lajas), sabana o cerro inundable”.
Cerca del tablaje no hay sitios arqueológicos registrados, añadió, “por eso el hallazgo de las 20 estructuras es muy importante para la arqueología de la región”.
Los arqueólogos tampoco encontraron fuentes naturales de agua, “aunque la zona está llena de cenotes (pozos de agua)”.
En cuanto a la cerámica, detalló que de los 119 tiestos un 3,67 % corresponde al Preclásico Tardío (400 a.C. a 200 d.C ) y el 82 % al Clásico Temprano (250-600 d.C.).
A su vez, Hernández señaló que el análisis malacológico concluyó que a, diferencia de otros asentamientos mayas donde predominaron los ornamentos, en el campamento había gran cantidad de caracoles completos perforados con percusión y muchos fragmentos con preformas.
“Los caracoles se encontraban en aguas bajas y cerca de manglares, donde los mayas actuales siguen recolectando para su consumo y para elaborar artesanías”, agregó.
En el sitio había artefactos terminados, huellas, procedimientos y técnicas de manufactura.
La investigación de los arqueólogos, que participaron en el VII Simposio de la Cultura Maya con la ponencia ‘El aprovechamiento prehispánico de caracoles en la costa norte de Yucatán’ en el marco del 50 aniversario del Centro INAH Yucatán, reveló la presencia de especímenes completos y de talla adulta.