El féretro del príncipe Felipe, esposo de la reina Isabel II y duque de Edimburgo, fue inhumado este sábado en la cripta real de la capilla San Jorge en Windsor, residencia real a unos 50 km al oeste de Londres, donde se celebraron sus exequias.
Los restos del duque de Edimburgo permanecerán allí hasta que la monarca se reúna con él a su muerte. La pareja reunida yacerá entonces en la capilla del Memorial del rey Jorge VI, padre de Isabel II.
El funeral del duque de Edimburgo inició a las 14:08 GMT en la capilla de San Jorge, adyacente al Castillo de Windsor, el coche fúnebre, dónde transportaron los restos del príncipe Felipe es un vehículo híbrido customizado por el mismo duque, llegó al templo flanqueado por representantes de diferentes regimientos militares y seguido por sus cuatro hijos tras una procesión de unos 15 minutos desde el castillo, a la ceremonia, con solo 30 invitados.
La ruta del cortejo fúnebre estuvo delimitada por personal de la Fuerza Naval, los Marines reales, de los Highlanders, el Cuarto Batallón del Real Regimiento de Escocia, y las Fuerzas Aéreas (RAF) y se escucharon salvas de cañón a cargo de la Artillería montada a caballo de las Tropas del Rey y sonido de campana.